Parque nacional de Mulu, murcielgos y cuevas

Después de nuestras aventuras en la plataforma fuimos a el parquet nacional de Mulu.

El parquet nacional de Mulu esta aislado, o llegas en avioncito, o bien te metes una paliza de barco, canoa, patera a motor de entre 1 o dos días, dependiendo de la suerte, y si hay o no mucha agua en el rio. Hay muy pocas plazas en el parque y por suerte reservamos con antelación 2 plazas en el “dorm” que es el dormitorio común.

Sandra: al principio era reticente a dormir entre un montón de gente, con intimidad cero. Pero la experiencia ha estado muy buena, dormir en medio del mogollón fue hasta divertido y todo!!!

El parque es un sitio curioso: lo tienen “niquelado”, caminitos a 1 metro de altura para evitar las sanguijuelas y que las turistas italianas que vienen con zapatos de tacón no se ensucien, lucecitas (casi todas funcionan!) para iluminar por la noche todo el camino, paneles informativos para entretenerte por todos lados.

Cada vez que quieres alguna actividad toca ir a hacer cola y pagar religiosamente en la eficiente caja registradora que echa humo y te asignan un guía/niñera que te acompaña por el camino de Madera y te abre las puertas instaladas para que no te cueles sin pagar…. Eso si : mas seguro. Con lo que nos gustan los guías a nosotros… Llegamos a cuestionarnos si había que pedir guía par air al lavabo.

Una de las actividades mas espectaculares es la visita guiada a la Cueva del Bambi ( Dear cave). Es un camino de unos 45 minutos por la selva sobre las maderitas hasta la cueva. La cueva es enorme. Según la fuente caven 20 campos de futbol, 40 jumbos y 2 o 3 catedrales de Notre Dame. Dentro conviven en armonía unos cuantos millones de murciélagos. Teniendo en cuenta que se zampan 2 toneladas de mosquitos al día que luego cagan dentro de la cueva no huele tampoco tan mal. La cueva es alucinante. Tuvimos la suerte que llovía fuera y había cataratas dentro por todos lados. Los murciélagos se ponen de acuerdo a las 5 de la tarde para salir a cenar. Salen un río de murciélagos durante dos horas.

Hicimos también una “adventure cave” que es una cueva para intrépidos. Es como una via ferrata sin demasiada instalación dentro de la cueva. Sales de mieeerda y barro hasta arriba, sobretodo si resbalas. La cueva es espectacular y caminas unas 3 horas, trepando por su interior. Hay pajaritos, algún murciégalo y serpientes que le dieron un susto al guía que casi salta por un precipicio.

No fuimos a mulu para llenarnos de barro y caca de murciélago sino para subir los famosísimos Pinnacles, excursión de 3 días en que el primer día subes rio arriba en una canoa a motor. Lo primero que nos dijeron al subir a la canoa fue “lleváis dinero”? Con la tarjeta de crédito aun caliente le indicamos amablemente al barquero que el de la oficina tenia todo nuestro dinero. Ni 2 minutos después de embarcar nos llevo a una Long House . Como se ve en la fotos es una casa larga.

Un abuelito nos había comentado que cuando el visito Boreo en su juventud, los lugareños de las longhouse para pillar moza habían de ir a la jungla encontrar a otro joven, cortarle la cabeza y presentarla al padre de la afortunada y la colgaba en el techo como adorno. El señor aclaro que no nos preocupásemos por que eso eran las costumbres de antes. Si ahora te plantas en la puerta del suegro con la cabeza de un vecino… no pillas.

Lamentablemente no visitamos la longhouse. El barquero dijo “allí longhouse, no podéis ir. Allá la tienda podéis ir”.

Salimos indemnes y sin comprar nada y nos llevaron a visitar 2 cuevas mas, que visitamos sin guia-ninyera!!!!. Luego nos llevaron al inicio de la caminata. Fueron solo 3 horas. Sandra se ha convertido en una experta a en detector sanguijuelas, vamos mas despacio pero llegamos a el refugio limpios. En cambio unos pobres australianos pillaron bastante. Es lo que tiene ir delante ?.

Descubrimos que hay 2 tipos de turista. Los osados que van sin guía y con comida para 3 días a base de fideos chinos de 2 minutos de cocción… y los que van con guía, porteadores y cocinero y se meten un atracón de comer y comer. Nosotros éramos los de los fideos. Sandra aprendió a Jugar a Shithead (cabeza de caca) que es lo único que parece jugar los anglosajones. Es parecido al uno pero con cartas de póker y miles de reglas.

La excursión a Pinacles empieza no muy pronto por la mañana antes de las 6 (que os pensáis, que esto de la vuelta al mundo son playitas y paella todos los días…) . Empiezan siendo alegres 45 grados y al final son unos 85 grados con escaleras y cuerdas, acabas subiendo con uñas y dientes. Es como una ferrata pero sin llevar arnés, ni mosquetones ni nada.

Por la tarde nos bañamos en el rio con su spa natural de burbujitas. Después de ver como los “otros” se metían otra comilona de cuidado… nos comimos unos fideos aguados y nos fuimos a dormir. Al día siguiente volvimos al campamento base sanos y salvos y sin sanguijuelas.

Nos faltaba reservar una noche para dormir, no nos preocupaba por que cada noche estaba “lleno” y siempre sobraban camas, no sabemos si es que no saben contar o lo hacen a propósito…, pero esa noche llego un grupo de 19 y llenaron el dorm y no nos pudimos colar. Habían 2 opciones: dormir en una casa de lugareños en el suelo sin banyo y sin duchas o en un resort de lujo llamado “Royal Mulu” significativamente mas caro. Yo sugerí la alternativa de caminar entre las sanguijuelas 3h hasta un refugio cercano precioso y pasar una noche romántica en la jungla bajo las estrellas… pero a petición de Sandra elegimos el Royal mulu meja pijo con los italianos maquillados.

Después de una parada técnica en Kuala Lumpur para comprar una camara nueva con su carcasa y todo… la lonely planet de Japón y subir a las torres petronas tomamos el avión hacia Manado, en Indonesia.