divendres, 16 d’abril del 2010

Peru, Cuzco y el Machu Pichu


Después de nuestro ascenso al Huaina Potosí pasamos unos días en La Paz para recuperarnos. Fue un alivio volver a bajar a 3700 metros que es donde vive nuestro amigo Pablo y yo al menos puede dormir "bien" (cuesta dormir en altura) casi que por primera vez desde que llegamos a Bolivia, despues de subir un 6000... 3700 es como estar al nivel del mar :-). La paz es una ciudad alucinante, está en un valle que parece un cráter, edifican por las pendientes que casi son paredes por todos lados. Está lleno de coches y mini autobuses japoneses (pero que muy pequeños!) y gigantescos autobuses americanos antidiluvianos Dodge restaurados que hacen mucho humo al pasar. Los vehículos japoneses son lo que llaman "transformers": les cambian el volante de sitio, ya que en Japón se conduce por el otro lado. Lo que es curioso es que no hay transporte público, los autobuses pertenecen al sr conductor, que va cambiando el recorrido según le interese. Lleva un surtido de letreros y dependiendo de lo que le va mejor va añadiendo o quitando letreritos.

En el centro hay una calle curiosa llamada "calle de las brujas" donde cholitas (que son las lugareñas que visten el uniforme que les pusieron los españoles hace 400 años) venden ungüentos hechos con babas de caracol, uña de gato (luego descubrimos que es una planta) y un sinfín de cosas extrañas que parecen curar casi todo. Es como ir a un supermercado de homeopatía pero con principio activo (la homeopatía vende azucarillos caros). De entre las cosas curiosas hay filtros de amor y enormes fetos secos de llama. Parece ser que los fetos traen buena suerte. La paz parece ser la capital de lo "trucho" que es como llaman aquí a las copias. Venden películas , gafas, ropa... Hay tiendas de montaña donde puedes comprar cosas de hasta 2 o 3 marcas a la vez: Un forro polar puede ser Marmot, North Face y Vaude, dependiendo de qué etiqueta leas, incluso vimos productos "quechua" de decatlon trucho!.

Los amigos que hemos ido acumulando en Bolivia se fueron a ver las "cholitas luchadoras" con consiste en meter un par de señoras en un ring ataviadas con sus uniformes y bártulos de boliviana (bombín, pollera...) y se meten cahiporrazos en plan pressing cach americano. Nosotros pasamos de ir, pero parece ser la sensación en La Paz. Podéis verlo en esta foto curiosa que hemos repescado.


Después de unos días recuperándonos fuimos con Pablo a Copacabana, en el lago Titicaca. Es un pueblecito de aspecto casi mediterráneo!, delante del lago hay unos tenderetes donde venden unas truchas frescas (no trucho) sabrosísimas. Curiosamente la gente trae sus coches a la iglesia para que los bendiga el cura. Venden kit-coche con flores, ofrendas y cava o cerveza para bendecir, y los coches están aparcados delante de las iglesia decorados como si fueran el coche de la novia. También venden miniaturas de casi cualquier cosa: taxis, edificios con diferentes tiendas (abarrotes, carnicería...) mini cajas de cerveza.... para que los shamanes hagan un rito pagano-cristiano con cerveza y bendiga sus futuras inversiones.




Fuimos a ver la isla trucho de totora. En Perú tienes unas islas que flotan precariamente de totora (hierva similar a la paja) donde dicen que se fundaron cuando los españoles empezaron a exterminar indígenas, ahora solo venden suvenires. En Bolivia "recién" han hecho unas plataformas de madera que flotan en sacos amarrados botellas de agua (punto positivo para el reciclaje!) y les han puesto un poco de paja encima para dar ambiente. Te cobran 2 bolivianitos por desembarcar y allí puedes degustar una truchita que cultivan allí mismo. El barco de totora también es trucho, pero se agradece por que los de verdad tienen aspecto de no flotar mucho. Es un pequeño timo como isla de totora, pero un paseo muy agradable.

Al día siguiente fuimos a la isla del sol. El paisaje es espectacular, el lago es el más alto navegable del mundo (4200m!) y hay un caminito que lo recorre y pasas por alguna ruina. Fuimos asaltados por cada una de las comunidades durante el recorrido. Te toca pagar peaje. Si pensábamos que los Catalanes, Vascos y Navarros y Gallegos éramos los únicos pringados del mundo que pagan peaje... pues los españoles debieron enseñar a los bolivianos, porque esta Bolivia llena de peajes, incluso caminando!. Es habitual que cada comunidad o simplemente alguien que está haciendo alguna mejora en la carretera cobre un peaje "por el morro". Los bolivianos, que en general no son mala agente, son secos y bastante ariscos, según nos dijo Pablo en su idioma carecen de formalismo como "por favor, buenos días" así que dan ordenes en imperativo y te miran super serios, ya que parecen tener problemas para sonreír. Todo esto hace que estas transacciones de pago "por el morro" ahuyenten a algunos turistas. Nosotros veníamos advertidos, de hecho en la guía describían a hordes de niños que te asaltaban pero en realidad eran unos rudos abuelitos que no hablaban demasiado español, incluso te davan un ticket!. Uno incluso nos prometió que nadie más nos cobraría y nos invitaban a unas cervezas en el pueblo (curiosamente los bolivianos suelen responder "si" a cualquier cosa que preguntes como en Japon).

Nos despedimos de Pablo que volvió a la Paz a trabajar y nosotros nos fuimos a Arequipa, Perú. Arequipa es una ciudad colonial muy bonita. Todas las paredes del centro están hechas de lava blanca y la tienen perfectamente restaurada. Esta todo impecable. Todo un cambio!. Los peruanos sonríen un montón, tienen sentido del humor, la comida esta buenísima y no produce cagalera!. Hemos perdido un montón de peso con la dieta boliviana (comer poco y cagar mucho... durante más de 20 días). Visitamos el monasterio de Santa Catalina, una mini ciudad donde los antiguos pijos de castilla enviaban a sus hijas para hacerlas monjas de Clausura a todo lujo. En nuestra guía dice que vinieron con sirvientas y estaban siempre de fiesta, pero nos dijeron que no es así y que en la guía están equivocados (da sensacion que quizas estaban un poco equivocados: tiene una pinta de pueblo español, baretos y fiesta...). Lo tienen impecable: es una mini ciudad, con paredes de colorines y habitaciones perfectamente restauradas. En la actualidad tienen unas 30 monjas jovencitas y unas pocas ancianas. Según nos explicaron ahora las exportan a Europa cuando están más maduras ya que en Europa ya no somos creyentes.


Fuimos al cañón del Colque a hacer un tour de 2 días. Vimos Cóndores y dormirnos en un mini oasis bajo el cañón. Después de 20 días a mas de 3000 metros, caminar a menos de 2000 fue todo un lujo. Lástima que el clima no acompañase demasiado y nos lloviera un poco... como lleva haciendo todo el año. La excursión es entretenida y la comida esta buenísima! ( y no da cagalera). Nos dimos cuenta que cada uno pagaba diferente. Nosotros fuimos los que pagamos mas pero sin excesiva diferencia. Los peruanos que se dedican al turismo no son honestos y tienen facilidad de mentir.



De allí nos fuimos al Cuzco donde visitamos el pueblecito de Pisac en domingo, el día de mercado. Desde que enteramos en el Norte de Argentina todas las tiendas tienen exactamente lo mismo. En Bolivia incluso venden gorritos y mantas que pone "Ecuador". El mercado de pisac es impresionante, venden alguna cosa original y todo. Sandra que lleva 9 meses contenida y frustrada sin poder comprar esta dejándose llevar por la pasión y rellena con compras cada huequecito de cosas que vamos dejando atrás en nuestras mochilas. Es conocido también por los castillos de adobe que construyen a los cuy, conejitos de india que viven como reyes con sus torres, almenas, puentes... esperando el día que los cocinan al horno. Los conejitos de india son un manjar en El Perú. Las ruinas de Pisac son muy bonitas. Muchos turistas lo hacen en tours y les da para bajar hacer la foto y volver a subir al autobús, hacen hasta 4h de autobús en un día y acaban con ruinitis y dolor de espalda. Nosotros pasamos el día en pisac y subimos caminando a las ruinas, vale la pena, el paisaje es excepcional y se disfruta mucho más. Si no llueve ha de ser la ostia (por que nos cayo una....)





Después de unos días en El Cuzco esperando que abrieran machu pichu iniciamos el Tour excursión Salcantay hacia machu pichu de 5 días. Elegimos el tour por que nos han dicho que los incas eran grandes constructores de escaleras, no de caminos y la verdad el inca trail tiene un precio abusivo .... y estaba cerrado. Estuvimos un día buscando tours, la verdad es que no dan mucha confianza las agencias, incluso alguna nos dijo que no fueramos por que se iban a encadenar a la puerta de machu pichu por que hay un feo monopolio de la compañía del tren, si no compras billete no te venden entrada, y el tren a pesar que oficialmente esta "abierto" esta a servicios mínimos, y solo funciona en un tramo corto. Hay un camino desde la población de Santa Teresa que permite acceder caminando a Machu pichu, pero no permiten que las agencias lo vendan ya que obligan a ir en tren. Nos pareció un abuso en ese momento, pero luego descubrimos que los gitanos de las agencias del Cuzco son lo más mentiroso y timador del Perú, y posiblemente del mundo mundial. Es habitual que vendan tours y no te faciliten el billete de vuelta, te quedas tirado en Machu Pichu.

El día antes del tour fuimos a celebrar mi cumpleaños a un restaurante pijo de la plaza de Armas. Comimos Alpaca! que es un animalito que tiene cara de bueno que utilizan como si fueran ovejas, hacen jerséis, gorritos y calcetines con la lana y se comen el resto del bicho. Sabia rancio y nos sentó fatal: yo volví a mis retortijones Bolivianos y Sandra paso el día siguiente intoxicada vomitando con Fiebre.En general, en todo el mundo visitado hasta ahora, los restaurantes turísticos "caros" o los que ofrecen comida internacional no suelen ser los que dan mejor calidad. Retrasamos la excursión un día para recuperarnos.

El primer día vimos que era turbio: primera mentira "grupo reducido de 7 personas" se convirtió en 15 personas. La segunda fueron los "caballos que llevarían 7kg de equipaje hasta el final" que se convirtieron en "mulas que llevarían 5kg hasta el día 3". Haría falta otro blog para relatar las irregularidades del tour y lo que nos fuimos enterando ... pero decir que la gente pago por exactamente lo mismo hasta 100 dólares mas, prometiéndoles cualquier cosa, y todos acabamos en el mismo grupo. Viajamos con unos 7 inglesitos pre universitarios super deportistas, una australiana, una chica alemana, un par de suizas vegetarianas y una chica argentina. Buena gente. Todos están viajando de 3 a 6 meses por América. El camino de Salcantai está "bien", tiene un día precioso que cruzas un paso a 4500 metros, y el ultimo día que vas por un valle espectacular que culmina con la llegada a Aguas Calientes, el pueblo de acceso a Machu pichu. Hubo su tensión, por que los muy incompetentes era la primera vez que hacían el recorrido y no sabían si se podría hacer, luego conocimos a unos de otro tour que caminaron mas de 12h rodeando un desprendimiento que impedía su paso. El turimos en el cuzco deja mucho que desear.

Después de 4 días caminando llegamos muertos de hambre a Machu Pichu. Los jodidos daban súper poca comida, yo pensaba que los ingleses, que estaban en edad de crecer, acabarían comiéndose entre ellos. El ultimo día, como falta un puente, toca cruzarlo por una extraña pasarela para 2, 3, o 4 personas que cuelga de un cable de acero a ambos lados del rio. El camino está fatal. La compartimos los turistas con mogollón de porteadores que traen comida y bebida a Aguas Calientes ya que el tren tiene precio abusivo y la gente utiliza esta ruta para abastecer el pueblo. El último día es realmente muy bonito. Si tuvieramos que volverlo a hacer, sin duda alguna erigiríamos ir por nuestra cuenta hasta Santa Teresa y hacer este día a pie, volviendo en Tren. Al llegar descubrimos que el hotel no era pulgoso (como nos temíamos) sino que estaba muy bien :-) ... y que algunos de nosotros no teníamos billete de tren de vuelta :-( . Fue bastante desesperante, los guías simulaban llamadas de teléfono sin marcar los números reclamando los billetes. Al día siguiente desaparecieron y nosotros seguíamos sin billetes. Suerte que conseguimos el numero de "el cocinero" que era el intermediario que parecía tener nuestros billetes (hasta 3 capas de agencias tuvimos que atravesar!) . Estuvimos llamando toda la noche y la mañana siguiente hasta que conseguimos los billetes. Si alguien va a Machu pichu: que no os cuenten milongas, billetitos de tren en mano y todos los detalles por escrito. Le metimos una denuncia en turismo a la agencia, pero no sirve de mucho por que cambian de nombre cada año para limpiar su reputación.

El ultimo día visitamos Machu pichu, agotados por la falta de comida y el stress de los boletos de tren. Hicimos lo que pudimos hasta que empezó a llover torrencialmente. Subimos a Huaina Pichu, que es una montañita desde que hay unas vistas espectaculares de las ruinas. Machu pichu es impresionante, y mucho mas el sitio donde está ubicado, todo precipicios por todos lados. Las nubes están como enganchadas con algodón a las montañas y le dan un aspecto místico. Aprovechando las lluvias torrenciales bajamos al pueblo a comer compulsivamente. Nos fuimos encontrando a la gente del tour, todos devorando chocolatinas, pizzas, helados como desesperados. Al volver, el tren te deja lejos del Cuzco, la via sigue muy mallogradas. Fuimos los únicos que nos vino a recoger donde llega el tren (que es a 2h de Cuzco, el tren a machu pichu no esta arreglado: esta parcheado) Al parecer "el cocinero" harto que le llamásemos, nos organizo un minibús que nos vino a buscar. Yo insistía al conductor que éramos 15 y no dos, así que llamo a su jefe y me paso el teléfono, una voz distorsionada me dijo "le has dado la plata del pasaje al cocinero?" y se colgó por que no había saldo.... así que nos subimos a la furgoneta y los otros 13 se quedaron tirados y se quedaron atrás mirándonos como el perrito de "el no te lo haría" del anuncio de la tele. Ellos pagaron por su cuenta una fregoneta y llegaron al Cuzco casi igual que nosotros (para nuestro alivio).






Al día siguiente nos fuimos a la ciudad de aspecto post nuclear de Puerto Maldonado, a la selva. Resulto ser todo carísimo, nos pedían 200 dólares por persona por 2 noches en la selva. En Bolivia pagamos 50 y quedamos muy satisfechos asi que pasamos. Coincidimos con una revuelta de mineros. Estaba la ciudad con 3000 policías antidisturbios armados hasta los dientes en todas las esquinas. Todo lleno de barricadas y controles. Un poco espeluznante. El taxista nos dijo que acabaría en una guerra civil. Sandra se negó a ir a un hotel “trucho” y buscamos un hotelito bueno, con piscina y televisión por satélite y nos dedicamos a comer bien y descansar. Vaya sitio para ir a descansar, en las fauces de una revuelta popular. Por suerte ese día llegaron a un acuerdo y al día siguiente la ciudad volvió a la "normalidad postnuclear".

Ahora estamos en Lima, haciendo las últimas compras y preparados para ir a Galápagos! último destino de nuestro viaje. En 12 días estamos de vuelta a casa. Esperamos que no llueva en galapagos!.



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